¿Te ha pasado que llegas a una cita con el odontólogo sintiéndote ansioso, pero no sabes cómo expresarlo? Tal vez tienes miedo de parecer exagerado, te da vergüenza o simplemente no encuentras las palabras para decir lo que sientes. La verdad es que comunicar tu ansiedad es uno de los pasos más importantes para recibir una atención oral tranquila y positiva.
En TranquiDent, entendemos lo que significa tener miedo y por eso hemos preparado esta guía sencilla para ayudarte a expresarte con claridad y sin juicios.
¿Por qué es importante hablar de tu ansiedad?
Decirle a tu odontólogo que estás nervioso le permite adaptar su ritmo, explicarte mejor lo que va a hacer y crear contigo un ambiente de confianza. Además, ayuda a prevenir sensaciones de descontrol que muchas veces empeoran el miedo. Una buena comunicación es el primer paso hacia una experiencia sin estrés.
Frases que puedes usar si no sabes cómo empezar
A veces no se trata de hablar mucho, sino de encontrar las palabras justas. Aquí te dejamos algunas frases simples que puedes usar:
- “Solo quería decirte que me pongo muy nervioso en el odontólogo.”
- “Tuve una mala experiencia antes y me cuesta relajarme.”
- “¿Podemos ir despacio y me vas explicando lo que harás?”
- “Me ayudaría saber cuándo va a doler o si voy a sentir algo extraño.”
- “¿Puedo levantar la mano si necesito una pausa?”
No necesitas dar explicaciones largas. Solo expresar tu necesidad de apoyo ya marca una gran diferencia.
Lo que un buen odontólogo debería ofrecerte
Cuando te atreves a hablar de tu ansiedad, es importante que recibas una respuesta empática. En TranquiDent, por ejemplo, hemos diseñado toda la experiencia para pacientes nerviosos:
✔️ Ambientación relajante con aromas y música suave.
✔️ Comunicación clara y pausada durante los procedimientos.
✔️ Opciones de pausa y ambiente tranquilo.
✔️ Ritmo adaptado a tu nivel de confianza.
Tu comodidad emocional es tan importante como el tratamiento clínico.
Consejos para prepararte antes de la cita
- Escribe lo que te preocupa para compartirlo si te cuesta decirlo en voz alta.
- Llega unos minutos antes para respirar profundo y adaptarte al entorno.
- Evita café o bebidas estimulantes si eres sensible al estrés.
- Si te ayuda, ve acompañado por alguien de confianza.
Tener miedo al odontólogo no es un defecto, es una experiencia común que merece comprensión y cuidado. Al aprender a expresarlo sin culpa y al elegir un equipo profesional que te escuche, puedes transformar por completo tu relación con la salud oral.
En TranquiDent, estamos aquí para escucharte, no para juzgarte. Porque entendemos que una buena sonrisa comienza con confianza.