El cepillado parece una tarea sencilla, pero la realidad es que muchas personas lo hacen de forma incorrecta, comprometiendo la salud de sus dientes y encías sin darse cuenta. En TranquiDent, sabemos que la prevención es la mejor herramienta para mantener una sonrisa sana y por eso queremos compartir contigo los errores más comunes al cepillarse y cómo evitarlos.
1. Cepillarse con demasiada fuerza
Uno de los errores más frecuentes es pensar que cuanto más fuerte se cepilla, más limpio queda el diente. La realidad es que aplicar demasiada presión puede desgastar el esmalte y provocar retracción en las encías. Cómo evitarlo: utiliza un cepillo de cerdas suaves y realiza movimientos delicados en forma circular, sin ejercer demasiada presión.
2. Usar un cepillo de cerdas duras
Muchas personas creen que los cepillos duros limpian mejor, pero lo cierto es que son agresivos para el esmalte y las encías. Cómo evitarlo: elige siempre un cepillo de cerdas suaves y cámbialo cada tres meses o antes si las cerdas están abiertas.
3. No cepillarse el tiempo suficiente
Cepillarse menos de dos minutos no permite una limpieza adecuada. La mayoría de las personas dedica apenas 30 a 45 segundos. Cómo evitarlo: establece un cronómetro o usa un cepillo eléctrico con temporizador. Lo ideal es dedicar 30 segundos a cada cuadrante de la boca.
4. Ignorar la lengua y las encías
La lengua acumula bacterias que pueden causar mal aliento y enfermedades orales si no se limpia correctamente. Cómo evitarlo: usa el dorso del cepillo o un limpiador lingual para cepillar la lengua suavemente después de los dientes.
5. Enjuagarse con agua inmediatamente después del cepillado
Este es un mito muy común. Enjuagarse con agua retira el flúor de la pasta dental antes de que actúe, reduciendo su efectividad. Cómo evitarlo: lo ideal es escupir la pasta sin enjuagarse o hacerlo con un enjuague bucal sin alcohol, al menos dos minutos después.
6. Cepillarse solo una o dos veces al día
Aunque la mayoría lo hace en la mañana, es fundamental cepillarse también en la noche, ya que durante el sueño disminuye la producción de saliva y aumenta el riesgo de caries.
Cómo evitarlo: procura cepillarte después de cada comida, pero como mínimo en la mañana y antes de dormir.
7. No usar hilo dental
El cepillo no llega a limpiar entre los dientes, donde suele acumularse placa y restos de comida. Cómo evitarlo: usa hilo dental al menos una vez al día, preferiblemente en la noche antes de dormir.
Pequeños cambios en la técnica de cepillado pueden marcar una gran diferencia en tu salud oral. Recuerda: no se trata solo de cepillarse, sino de hacerlo correctamente.
En TranquiDent, nuestro enfoque es acompañarte paso a paso para que cada hábito oral sea más efectivo, con un trato amable y libre de estrés.
